jueves, 25 de julio de 2013

Aparecido

Dicen que lo vieron a Carlos Saavedra caminando entre la gente que desde el barrio Río Dulce fue a Santiago en la populosa marcha de los bombos. Otros dicen que estaba de espaldas cerca de un eucalipto del Parque Aguirre (haciendo quien sabe que necesidad), los más trasnochados aseguran que en los últimos momentos de la noche, cuando escarchaba, alguien contó un cuento en la esquina de un brasero, con la voz y los ojos encendidos de chispa de Carlos. Los racionalistas, aseguran que la marcha de Carlos es un mito, como el mito de un Jacinto Piedra que canta todavía en los cementerios, o la sombra de un caballo que marcha desde La Banda montado por un corajudo que pretendía una revolución pacífica. "Simples fantasmas" dicen, pero los convencidos de la necesidad de sentir cerca a ciertos personajes seguirán proclamando lo que vieron o escucharon, en esas noches de asombro para los más pequeños, de vievencia de los jóvenes, de añoranza para los más viejos.

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