viernes, 1 de enero de 2010

Luna Santiagueña




La llamada luna santiagueña, posee un transfondo más extraño que el de simple etnocentrismo ante la luna tucumana (zamba). Muchisimos testigos aseguran haber sido perseguidos o "cuidados" por una luz generalemente del tamaño de una luna llena, cuando transitan por los solitarios caminos o rutas de Santiago del Estero. Suele acompañar al caminante, al jinete, o al conductor durante tiempos que suelen ser muy variados, desde unos segundo hasta largos períodos en las rutas o caminos salitrosos. Suele desaparecer tan rápidamente como aparece, perdiendose entre las breas y los añosos quebrachos. Juan Domingo Argañaráz, cazador por necesidad, nos cuenta que cierta vez, caminando por los montes cercanos a Bandera Bajada, una luz pálida del tamaño de una luna le apareció detrás de unos chañarales en flor. Al caminar hacia el Cachi Mayu (Río Sálado en quechua santiagueño) comprobó que esta luz no procedía de nada que tuviera explicación racional, pues estaba lejos de cualquier camino que pudiera albergar a un vehículo y el único sendero visible era el suyo, además la "luna" parecía emanar de algo solido y tangible. Esta luz lo acompañó durante un tiempo que el calcula de 15 a 20 minutos y luego, en un instante desapareció entre unos inmensos cardonales, siguiendo el sentido del río.